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MANIPULACIÓN/APLICACIÓN DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS
Riesgos de los productos fitosanitarios para el Medio Ambiente - 2ª parte
Fuente: Medio Rural / Xunta de Galicia
Peligrosidad de los fitosanitarios (continuación)
Riesgos para la agricultura
a utilización de productos fitosanitarios para el control de los enemigos de los cultivos puede llevar asociados unos efectos secundarios que pueden afectar tanto al propio ser humano como a la fauna, el medio, en general, y mismo también la agricultura. Lógicamente, en su mayoría son productos tóxicos, y como tales afectan al conjunto de organismos de la naturaleza. Por lo tanto, se deben conocer los riesgos derivados del empleo de los fitosanitarios para saber cómo evitarlos.
Dentro de los riesgos para la agricultura hay que destacar tres problemas principales:
Aparición de resistencias
Aparición de nuevas plagas
Fitotoxicidades
Aparición de resistencias
La resistencia a un producto fitosanitario se da cuando éste disminuye su efectividad frente a una determinada enfermedad, plaga o mala hierba en un cultivo concreto. Suele aparecer cuando se hace un uso muy repetitivo de un determinado producto, de productos que pertenecen a la misma familia o de productos con el mismo modo de acción. También puede aparecer cuando se hacen muchas intervenciones innecesarias, de forma que el organismo que pretende combatir el fitosanitario se va acostumbrando a él y deja de servir.
Las resistencias a un producto fitosanitario pueden
aparecer cuando se sobredosifica el producto, se
hacen tratamientos repetitivos, o de la misma
familia de productos y modos de acción. En la imagen
una planta atacada por áfidos
La resistencia a los efectos de los productos fitosanitarios es un fenómeno muy frecuente consecuencia de que muchos insectos y ácaros poseen una gran capacidad de reproducción: cuando aparecen las resistencias se tiende a aumentar la dosis del producto (lo que supone un mayor costo del tratamiento y un claro riesgo ambiental), pero no siempre se consigue la efectividad anterior, por lo que el mejor sistema para evitarlo es cambiar los productos empleados, hacer un control racional de los problemas de los cultivos e intervenir sólo si es necesario.
Aparición de nuevas plagas
Un riesgo derivado normalmente del abuso de los fitosanitarios es que surgen nuevas plagas que, o bien no estaban presentes en el cultivo, o si ya estaban, pero con poblaciones bajas, insuficientes para causar daños. En los dos casos esta situación se produce porque hay productos que estimulan directamente algunos organismos, al generar cambios en la fisiología de la planta de la que se alimentan, y la hacen más apetecible, o porque alteran el equilibrio que se produce en la naturaleza entre unas especies y sus enemigos naturales. Un mal uso de los productos fitosanitarios puede llevar a la pérdida o desaparición de estos enemigos naturales, de forma que los que viven de las plantas se ven favorecidos en su desarrollo al no tener quien los controle, y llegan al nivel de plaga. Además, puede ocurrir que una plaga que no estaba presente antes consiga establecerse en el cultivo una vez desaparece la fauna auxiliar.
Fitotoxicidad
Se entiende por fitotoxicidad el daño causado al cultivo por alguna de las sustancias químicas que forman parte del producto fitosanitario. Puede ser debido al empleo de un producto en un cultivo para el que no está autorizado, a una dosis incorrecta, a mezclar productos incompatibles o a aplicar el tratamiento en condiciones meteorológicas desfavorables o con equipos mal calibrados.
Estos daños son muy variables y comprenden desde pequeñas manchas en las plantas hasta cambios en el color de las hojas, deformaciones de brotes o frutos, pérdida de hojas y mismo la muerte de la planta.
Buenas prácticas para evitar la aparición de estos problemas agrícolas derivados de la aplicación de fitosanitarios son:
No tratar de forma innecesaria
Respetar siempre la dosis recomendada y las demás instrucciones de la etiqueta
Alternar productos de diferente grupo, familia o modo de acción
Evitar mezclas de productos
Tratar en el momento de mayor sensibilidad de la plaga
Intentar combinar la lucha química con otras medidas de control
Usar productos selectivos